¡52 retos!
Y arrancamos el blog a los grande porque soy una persona que no le gusta hacer las cosas a lo pequeño, disfruto planteándome un buen reto a lo grande. ¿Reto? ¿Surgió la palabra "reto"? Sí, porque me he unido a uno planteado por la página El libro del Escritor que consiste en 52 retos a cumplir en un año. Es decir, que COMO MINIMO tendrán 52 entradas en este 2016 relacionadas con este reto.
Así que estaré escribiendo y escribiendo para ustedes, algo como así. Con ese entusiasmo y esa velocidad (sumenle un curso de taquigrafía y un poco de cafeína, todo es posible en esta vida)
¡VAMOS A LA PRIMERA ENTRADA!
Que me pongo con las explicaciones y me olvido de lo importante.
#1 - Escribe sobre un sueño o pesadilla que hayas tenido esta semana
Así que estaré escribiendo y escribiendo para ustedes, algo como así. Con ese entusiasmo y esa velocidad (sumenle un curso de taquigrafía y un poco de cafeína, todo es posible en esta vida)
¡VAMOS A LA PRIMERA ENTRADA!
Que me pongo con las explicaciones y me olvido de lo importante.
#1 - Escribe sobre un sueño o pesadilla que hayas tenido esta semana
CANSADA DE DISCUTIR
«Como en todos los sueños el mundo deja de tener sentido. La realidad y la ficción se confunden para fusionarse con tanta firmeza para pasar a ser uno y los bordes se desdibujan causando que una mente confusa dude. Al despertar uno se cuestiona la veracidad de los hechos y solo la incoherencia ante la luz de un nuevo día ayuda a despejar la mente.
Esa es la explicación ante un viaje intercontinental ante el cual te encuentras con tu familia en la casa de tu difunta abuela. No te extraña estar allí, es un hecho que ahora vives allí como siempre lo has hecho cuando has estado allí. Es natural estar en esa casa. No hay nada raro a pesar de ser consciente como lo eres durante la vigilia del dolor desgarrador que provoca su ausencia, del vacío que conmociona cada uno de los segundos de tu existencia con su silencio. No es eso lo que me extraña sino que mi padre decide mover la cocina para hacerla más cómoda. Es cierto que la nueva disposición que estaba planteando podía llegar a hacerla más cómoda y es cierta que no es ilógico que de estar despierta y en aquella casa mi padre pudiera pensar en algún momento en cambiar los electrodomésticos de sitio. No, no era eso. Era el hecho de cambiar el horno de lugar, la lavadora de sitio, todo de posición en la casa de mi abuela (porque seguía siendo su casa, no la nuestra). Un sinsentido, una discusión que llevó a la siguiente.
Un efecto colateral de la anterior discusión, mi hermano durmiéndose mirando una película y afirmando que la estaba mirando. En lugar de ir a dormía seguía luchando contra el sueño, y acabamos discutiendo. No es dificil decir que se parecía a lo que podría ser la realidad cuando eso también podría suceder. ¿Qué ocurre? Quizá estaba atrapada en un bucle realidad ficción y me hundía en un pozo irremediable de cansancio.
Intenté sali de allí pero al cruzar la puerta que me llevaba al patio me encontré teletransportada a una prueba de valentía. Formaba parte de un grupo de expedición junto a mis compañeros de clase y debíamos superar numerosas pruebas. No recuerdo cuál era la meta pero la primera era asombrosa: debíamos subir a un barco por el espolón de proa.
Se necesitaban voluntarios y fui la primera. En eso no había diferencias con la realidad, tampoco hubiera dudado. La superficie era plana y a medida que caminaba se iba haciendo más empinado, podía ver el mar bravo y azul rompiendo debajo de mi. En cualquier momento podía caer y aunque no temiese ahogarme podía haber rocas bajo la espuma dispuestas a quebrarme. Dependía del apoyo de mis compañeros... que discutían entre ellos. Allí estaba yo, sola, con un pie al borde del abismo y sin encontrar el siguiente paso.
"Deberíais daros cuenta que en lugar de discutir tenéis que trabajar juntos. En lugar de decirle cómo tiene que avanzar, peleáis entre vosotros", escuché que les recriminaban y ese fue el paso que tuve que dar.
Cambié el pie con el que intentaba avanzar y pude terminar la prueba. ¿Qué demonios estaba sucediendo? El resto del sueño era una marea confusa. Una fiesta sin sentido llena de dorados semejante a los sueños griegos, pero oculto había algo que resultaba terrible. ¿Qué era? No llegué a averiguarlo. Desperté demasiado pronto.»
¡Espero que les haya gustado! No es de mis mejores sueños ni de los más confusos pero si de los más raros, prometo que en breves más y mejor.
ESREDI
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